A través de este sencillo y cercano vídeo y partiendo de la sexualidad vislumbramos las desigualdades entre hombre y
mujeres. Y lo hace describiendo claramente cómo hemos asumido la mirada
masculina heterosexual en la que el hombre es un sujeto sexual y la mujer un
objeto sexual.
Y esa diferenciación marca
drásticamente el papel asignado a las mujeres en nuestra sociedad y perfila a éstas
como objetos para el placer del hombre heterosexual, y no como sujetos en sí
mismas.
Esta idea registrada en el
subconsciente social, provoca que el cuerpo de la mujer deba cumplir los
estándares para ser deseadas, lo cual no sólo incide en bajas autoestimas,
desórdenes alimentarios o violencia sexual, sino también en las desigualdades a
la hora de alcanzar puestos de trabajo. Esta aparente construcción teórica se
perfila de forma clara mediante ejemplos de series de televisión o anuncios.
A veces hay que salirse del bosque
para poder ver los árboles, a veces hay que ser conscientes de nuestra mirada
para ver desde dónde miramos.
Muy recomendable el vídeo como
herramienta pedagógica y para replantearnos qué queremos en lugar de qué se
supone que debemos querer, y cómo queremos que nos traten, sobre todo de cara a
los y las adolescentes. El primer paso es ser conscientes y a partir de ahí
construirnos como sujetos.Por Mª Luisa L. Municio
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