domingo, 12 de abril de 2015

LA EDAD DE CONSENTIMIENTO. Artículo de Ana Fernandez, Sexóloga y directora de Astursex


QUINCE AÑOS TIENE MI AMOR
La edad de consentimiento sexual, una medida que va a traer más problemas que soluciones y que lleva al terreno jurídico lo que debería resolverse en el educativo

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Hace pocos días el Congreso de los Diputados ratificaba la 28 reforma del Código Penal que, entre otros puntos, fija en 16 la edad mínima de consentimiento sexual, en vez de los 13 años en los que estaba en la actualidad. La presente Ley Orgánica parece que entrará en vigor el 1 de julio de 2015. No puedo dejar de pensar en la que se nos viene encima con esta ocurrencia de nuestros gobernantes. Se supone que lo que pretenden es reforzar la protección de los menores, pero a mí no deja de darme la impresión de que esto solo refleja un gran desconocimiento de la realidad de la adolescencia y juventud... Y no de la de ahora, sino de la de todos los tiempos. Va a ser que hay personas que con el paso de los años van perdiendo la memoria y olvidándose de quiénes fueron un día... Eso, o que salieron como los replantados de la gran película Amanece que no es poco, brotando de una semilla y convertidos ya en adultos. Porque si no, no me lo explico
Para empezar, me parece que este cambio va a aportar más problemas que soluciones. Sería mucho más útil legislar propuestas sobre Educación Sexual que penalizar el hecho de tener relaciones sexuales a según qué edades. Como sexóloga, como profesora de Secundaria y como persona que está rodeada de jóvenes, porque vive en el mismo mundo que ellos, estoy en condiciones de asegurar que la gente joven se va a seguir relacionando y muchos y muchas lo harán antes de esos 16 años que marca la nueva ley.
Y se puede generar un lío tremendo. Porque con 18 años ya eres mayor de edad, por lo que si una persona de 18 o poco más se pone a salir con alguien de 15 o poco menos y tienen relaciones (que es una cosa bien frecuente, que ha pasado siempre y no va a dejar de pasar)… La persona mayor de edad, aunque sea joven, se puede encontrar con un problema muy gordo. Porque lo que hasta ahora había sido un cortejo, una seducción y un posible encuentro erótico, con esta reforma se va a convertir en un delito… Me parece surrealista.

No edad, educación

Hay también quienes se preguntan si un joven de menos de16 años tiene capacidades físicas y/o mentales para mantener relaciones sexuales con una persona mayor (mayor de 18 años). Pero es que eso no depende de la edad, sino de la educación recibida… Es cierto que los cambios hormonales de la adolescencia hacen que aparezca de una forma más explícita el deseo erótico y quizá es entonces cuando sus enamoramientos empiezan a parecerse a los de los adultos… Pero lo importante es haber recibido una buena Educación Sexual, que promueva valores como la comunicación, la confianza, el respeto, las diferentes opciones y deseos… Sin ella habrá gente adulta que tampoco tendrá condiciones para tener relaciones sexuales y sin embargo eso no está penalizado. Así que nos encontramos con una paradoja bastante absurda.
Y me quedan unas cuantas dudas. Por ejemplo, de qué hablamos cuando hablamos de consentimiento sexual. Porque una relación sexual es un beso, con más o menos intercambio de fluidos, ya sea en la boca, en el cuello, o en cualquier otro lugar de la anatomía... Una relación sexual es una caricia furtiva en alguna zona erógena, ya sea por fuera o por dentro de la ropa ¿Qué es exactamente lo que se va a penalizar? ¿O es que quienes redactan estos documentos están tan inmersos en el antiguo paradigma que cuando dicen "sexual" en realidad quieren decir "coital"? ¿O quieren decir "genital"?
Así que tengo mis dudas con respecto a si se han parado a analizar lo que realmente quieren decir con consentimiento sexual. Ojalá me equivoque. Y otra cuestión que me inquieta sobremanera es de qué forma piensan penalizar estas cuestiones. Porque se lo tengo que empezar a explica a mi alumnado cuanto antes. Ellos y ellas no lo saben, no tienen ni idea. Tengo alumnas jóvenes que me hablan de novios más mayores. Y tengo alumnas que tienen novias. Y algunos alumnos que tienen novios. Y algunos y algunas no tienen pareja pero espera tenerla y buscan la ocasión y se enamoran... A pesar de ser tan jóvenes. Y de verdad, cuando yo iba al instituto esto también pasaba. Cuando yo empecé 1º de BUP, con mis 12 añitos de entonces, una de las primeras personas interesantes que conocí era aquella chica repetidora que "ya lo había hecho". Todas hablábamos de ella sin asomo de crítica, con una velada admiración. Yo la veía tan sensual, tan mayor, tan mujer, tan experimentada... Me parecía una diosa. Y tenía 14 años.

Amarse, ¿un delito?

Insisto, ellas y ellos no lo saben. Se enamoran de personas, no importa la edad, ni la condición, ni las expectativas de futuro... Se enamoran y se buscan y se desean y se encuentran. En las discotecas, en los bancos del parque, en las horas de estudio cuando los padres no están en casa. Y no se paran a mirar cómo de mayor o de menor es esa persona maravillosa que me pone tanto ¿Cómo van a pensar que amarse es un delito?
Y como no hay Educación Sexual de una forma reglada en las aulas, no tengo ni idea de quién se va a encargar de ir a contárselo. Menos mal que en Asturias hay bastantes institutos sensatos que confían en el equipo de sexólogos y sexólogas de AsturSex y nos llaman para pedirnos nuestras clases de Educación Sexual. Menos mal que hay ayuntamientos como el de Avilés que tiene un programa de Educación Sexual estable ("Aprendiendo a Entendernos") para las aulas de todos los centros educativos del municipio. Pero me preocupa lo que va a pasar en aquellos sitios donde esta realidad no existe.
Decía recientemente en los medios mi compañero Agustín Malón, sexólogo y profesor de la Universidad de Zaragoza, que es problemático que se esté recurriendo al ámbito jurídico para resolver problemas educativos. Y estoy totalmente de acuerdo.
Porque no es nada nuevo que la mejor inversión para evitar los conflictos y fomentar el buen trato en la convivencia en pareja, es con leyes que regulen una buena Educación Sexual, impartida por profesionales debidamente cualificados (es decir, por sexólogos y sexólogas, que son quienes han estudiado para ello en la Universidad). De esta forma, cuando la gente joven se enfrente a una relación sexual, lo podrá hacer con todas las garantías y con los conocimientos necesarios.
Hacerlo con leyes que conviertan en delito lo que son situaciones de enamoramiento adolescente (que insisto, siempre han existido y seguirán existiendo), solo sirve para generar problemas donde no los había… Basta ver que la famosa canción de los años 60 'Quince años tiene mi amor' con esta reforma viene a convertirse en algo así como apología del abuso sexual a menores… No tiene sentido.